martes, 17 de junio de 2008

A veces hacemos cosas humillantes. Sentimos que nos rebajamos y después nos odiamos por ello, y si pudiésemos daríamos marcha atrás para poder conservar nuestra dignidad intacta, nuestro precioso orgullo protegido y no expuesto a la humillación. Bien, quizá lo hacemos porque tenemos sentimientos, al fin y al cabo no somos perfectos y la lógica y la coherencia no pueden imperar en nuestras vidas las 24 horas del día.
Ante todo, lo importante es no maltratarse después, no ser demasiado duro consigo mismo... y perdonarse.
El orgullo y la dignidad no te llevan a ninguna parte. No te hacen más feliz, ni más rico, ni mejor persona... ni siquiera te hacen sentir mejor... son sólo un espejismo de la verdadera realidad... que somos humanos y que aunque intentemos ocultarlo... tenemos sentimientos.

6 comentarios:

  1. no te preocupes, la dignidad es algo de quita y pon y hay por ahi mucho orgullo mal entendido, la verdad es que los orgullosos son unos necios y se pierden muchas cosas, deja tu orgullo de lado y sé sincera con las personas que quieres, quizá se merezcan esa sinceridad. y si no, por lo menos no te puedes reprochar haberte engañado a tí misma y a los demás.

    ResponderEliminar
  2. dice una cancion de david de maria, si me muero por hacerlo y cuando lo hago muero por averlo hecho... pero la vida es asi somos impulsivos que le vamos hacer...

    ResponderEliminar
  3. anónimo, piensas como yo... a la fuerza ahorcan, una vez hecho, ¿qué más te puede pasar? el orgullo es una mierda y no ha dado de comer nunca a nadie, pero a veces.... ay, que mal nos sentimos cuando creemos haberlo perdido (y no nos damos cuenta que el orgullo no nos pertenece, cuanto menos la dignidad, no son de nadie)

    y tú arwen, lo mismo opino, racionalidad aparte, los impulsos están ahí y yo prefiero no contenerlos. ¿Para qué? Seamos impulsivos... aunque nos quedemos destrozados después... jejeje

    ResponderEliminar
  4. perdón, discrepo. Cuando tenemos la certeza de que dejarnos llevar por un impulso nos va a hacer más daño del que ya nos hemos hecho, hay que dar paso a la razón... y no me vale aquí la frase tan bonita de "el corazón tiene razones que la razón no entiende"... Por favor, raciocinio, lucha duro contra la impulsividad de esta mujer!

    respecto a lo del orgullo... es una tontería. Lo hecho, hecho está. De todo se aprende.

    besitos cielo. me sigues teniendo aquí cuando quieras.

    ResponderEliminar
  5. Almagris no te flageles por algo que has hecho, que solo se equivoca el que lo hace y si te ha parecido humillante tienes que pensar que de todo se aprende y a veces no humilla quien quiere sino quien puede y no creo yo sin conocerte, que alguien con tu fuerza se preocupe de el que dirán ... no te veo yo....Piensa que no es mas fuerte el que nunca se cae ,sino el que por mucho que se caiga , siempre se levanta.
    Un beso, Pere.

    ResponderEliminar
  6. Es verdad hadanae... ciertos impulsos mejor controlarlos que luego sales mas dañada que antes... pero a veces sí que merece la pena arriesgar...
    El orgullo no sirve de mucho y a lo hecho, pecho, que dicen. Y si no, dímelo a mí, que cada dos por tres se me olvida el significado de la palabra orgullo. Besos.

    Y tú Pere, a ver si te acercas algún día y nos conocemos. Por lo demás te diré que me caigo muchas veces... hasta ahora me he levantado siempre, espero seguir haciéndolo, y que lo veas. Prefiero caer 1000 veces y tener la capacidad de levantarme otras 1000, a tener que vivir erguida y a la primera caída romperme para siempre. Besos

    ResponderEliminar