jueves, 10 de abril de 2008

MAS ESCENAS DE LA VIDA

Hoy he tenido que ir al médico. Como siempre, acudo con un poco de congoja, porque estoy segura de que me va a regañar... y así es casi siempre, hoy no ha sido una excepción. Está harto de mí porque no me cuido nada...
He llegado, y me he sentado en la sala de espera... a esperar. No me quito las gafas de sol... y espero. La pareja de enfrente me saluda con cortesía, finjo una sonrisa.
El marido, un señor con aspecto de Alfredo Landa, con barriga no incipiente sino declarada, me mira un rato como intentando calibrar si soy digna de entablar una conversación, pero cuando se percata que no hago caso, se aburre y deja de mirar. Gracias, pienso.
Un hombre de mi edad con gafas de concha se sienta a mi izquierda, y mira nervioso el reloj... una y otra vez.
-Los valencianos lo escriben todo acabado en "es"... -dice Alfredo Landa, mirando al hombre de las gafas de concha.
Éste, educadamente asiente.
-Mire usted... ahí pone consultes -añade A.L.
-Sí, tiene usted razón -dice gafas de concha, sin saber dónde meterse.
-Como los judíos... también lo acaban todo en "es"...
Me retuerzo en el asiento, sin saber dónde mirar. Gafas de concha me mira de reojo y no dice nada.
La mujer de Alfredo Landa que ha ignorado a su marido en todo momento, se levanta y dice unas tres veces seguidas:
-Pues sí que tarda el señor ese que ha entrado...
Yo suspiro.
En ese momento, para distracción de todos nosotros llega la típica madre embarazadísima, con un retoño de unos cuatro años agarrado a su falda.
-Buenas tardes - dice, mientras se deja caer pesadamente en la silla que hay a mi derecha, y yo me asusto pensando que va a romper aguas de un momento a otro.
Me gustan los niños... normalmente. Lo que ha venido con la inmensa embarazada, no lo es. Es feo. Muy feo (ya sé que dicen que todos los niños son monos... éste no, de verdad, incluso da un poco de miedo) Tiene los ojos pequeños y astutos, que te miran fijamente... uf...
-¿Cuánto tiempo tiene? -pregunta la mujer de Alfredo Landa, mirando al pequeño benjamín con cara de alelada (la que ponen todas las mujeres mayores cuando ven un niño, vamos).
-Dos años -responde la orgullosa mamá.
Dios mío, pienso yo, pero si es enorme, y me fijo en él... craso error. El monstruo, porque lo era, al darse cuenta de que mi atención está puesta sobre él me mira con sus pequeños ojos maléficos y me saca la lengua.
Es un niño, pienso, y no le doy importancia, aunque me estremezco un poco.
-Pero que rico es - oigo que dice la mujer de A.L.
Está ciega, pienso, mientras intento ignorar al niño ese tan rico, que ha empezado a comportarse como una fiera por toda la sala... corre de un extremo a otro y se tira al suelo... se revuelca, se levanta y se vuelve a tirar, mientras su pobre madre le ignora como puede.
El pequeño monstruo, viendo que no consigue captar la atención de ninguno de los allí presentes (gafas de concha ha decidido refugiarse en el baño), empieza a gritar... no muy alto al principio, como un poseso después.
-No grites, Cristian - le reprende su mamá sin ningún tipo de fuerza en la voz.
Ni caso, por supuesto.
Alfredo Landa y su mujer miran al pequeño ser embobados
-Es igual que nuestro nieto, ¿verdad Aurelio? - la mujer.
Yo me limito a mirar nerviosa el reloj, el móvil, la punta de mis botas... la puerta del médico... algo que me salve.
De pronto silencio.
Levanto la vista y observo al enano maligno... y en ese momento deseo ser estéril...
El monstruo está escupiendo (con mucha delicadeza, eso sí) en cada una de las sillas vacías... y parece que encuentra un gran placer en ello, ya que sonríe estúpidamente mientras lo hace.
-Cristian, no hagas eso - dice mamá preñada casi sin voz...
El niño pasa totalmente, claro.
-Son cosas de niños - dice A.L.
Casi me caigo al suelo, asombrada... ¿sólo me molesta a mí?
En ese momento se abre la puerta de la consulta y dicen mi nombre... con alivio y casi corriendo me dirijo encantada a la bronca que me espera. Pero el monstruo es más rápido que yo... y antes de poder esquivarle y parapetarme dentro... me pega una patada en la pantorrilla que me hace ver las estrellas...
-Discúlpele -dice su madre,- sólo es un niño...
Finjo otra sonrisa y desaparezco en la consulta.
Se acabó la pesadilla...

5 comentarios:

  1. Y ¿por qué no te cuidas? Deberías preocuparte más por tu salud, algunos queremos que nos dures.
    E.

    ResponderEliminar
  2. ME ENCANTA TU HISTORIA, SOBRETODO LOS MOTES QUE LE PONES A LA GENTE, ES DE TUS ANECDOTAS QUE MAS ME HAN HECHO REIR, EJJEJE, GAFAS DE CONCHA, JEJEJEJEJ, Y EL NIÑO CABRÓN, DE ESOS HAY MUCHOS.

    BUENO QUE BESITOS DESDE MI ALMAGRIS, QUE AHORA SOY YO EL QUE LA TENGO.

    ResponderEliminar
  3. Anónimo, duraré, que dicen que bicho malo nunca muere, y aunque parezca buena, en el fondo soy terrible.

    Y tú chamaco, no te me vengas abajo, que siempre has sido tú el que me ha animado, hombre... y me alegro que te haya gustado la historieta... es que me pasan cosas... bueno como a todos...

    ResponderEliminar
  4. pues es verdad.
    esos niños repelentes existen y estan entre nosotros.
    pero como son cosas de crios no hay que hacerles caso.
    Por lo tanto... si a uno de estos niños cabroncetes se les ocurre algo gracioso, como empujarte y que te caigas rodando por unas escaleras o algo asi...Pues nada, le reiremos la gracia tambien.Porque son cosas de crios.
    A la madre no la culpo, que bastante desquiciada estara la pobre con la criatura.
    Pero entonces....¿¡¡POR QUE TIENE LOS SANTOS COJONES DEQUEDARSE PREÑADA OTRA VEZ??¡¡

    Sera que tiene ganas de castigar al mundo y asi misma con semejante herencia genetica.
    En fin...como alguien dijo una vez... LA EDUCACION DE LOS HIJOS COMIENZA POR LA DE LOS PADRES.

    ELECTRODUENDES QUE SON.

    ResponderEliminar
  5. Efectivamente, tienes toda la razón del mundo: la educación de los hijos empieza por la de los padres... Algunos padres no deberían tener retoños a los que maleducar, pero Dios (o lo que haya) parece no hacer distinciones, y todo el mundo tiene las mismas oportunidades a la hora de procrear...
    Señores, unámonos... Que sólo la buena gente pueda tener hijos!!!!

    ResponderEliminar